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¿Qué es la Terapia en adolescentes?
Esta etapa que inicia aproximadamente a los 12 años el adolescente vive una mezcla de emociones y pensamientos, a partir de su primera crisis, la angustia al ver transformar su cuerpo y no lograr identificarse con el reflejo que ve en un espejo, el duelo de dejar de ser niño.
Aunado a los cambios en la percepción social en la cual los hacen sentir que no pertenecen ni a la infancia ni a la adultez, haciéndolos sentir inhabilitados al considerar que su voz no es válida porque sus propios pensamientos y emociones los traicionan.
Es importante darles nuestra confianza a los adolescentes, y si se equivocan mostrarles que no es el fin del mundo, sino sólo un error; después de todo, de ellos se aprenden...
Bernardo Stamateas
Es ese momento donde surgen las crisis
La terapia en adolescentes
Está centrada en sanar determinados traumas que surgieron en la infancia, dificultades en específico o como proceso de acompañamiento donde se exploran sus pensamientos y sus luchas mentales internas con el fin de apoyarlos en la adquisición de herramientas saludables para su crecimiento.
Cuando acudir a terapia
- Problemas de conducta que afecten el ámbito familiar, escolar y social con sus mismos pares.
- Falta de comunicación con padres.
- Problemas para seguir reglas o límites con actitudes desafiantes.
- Problemas para controlar impulsos.
- Alteraciones de sueño.
- Presenta síntomas de depresión.
- Retraimiento social y dificultad para integrarse e interactuar.
- Desagrado y falta de aceptación por su cuerpo al cubrirlo casi por completo.
- Baja autoestima.
- Dificultad para adaptarse al cambio o ambiente.
- Dificultad de aprendizaje o cambios en su desempeño académico.
- Trastornos alimenticios.
- Adiciones (alcoholismo, tabaco, alucinógenos).
- Bullying.
- Fobias
- Comportamiento autolesivo o conductas autodestructivas.
- Presenta síntomas de ansiedad.
- Timidez extrema que dificulta para la comunicación.
- Dificultad para manejar el estrés.
- Duelos (pérdida de familiares, divorcios, etc.).
- Uso excesivo de aparatos tecnológicos y redes sociales.
- Conflictos para determinar una orientación vocacional.
- Problemas de identidad, entre otros.
